Es
hora de escribir la historia que he prolongado durante 3 años. Creo que ya es
tiempo de contar el cómo salí de la prepa, prepárense porque esta será una de las
historias más grande que haya contado.
Para
contextualizar, en mi primer año de prepa reprobé matemáticas, una materia que
entra como “seriada” es decir, si no pasaba la de primer año, no podría cursar
matemáticas de segundo año. Eso no me impedía cursar el segundo año de la prepa
pero tenía que recursar la del primer año mientras estaba en segundo. Al pasar
al tercer y último año yo tenía que cursar matemáticas de segundo. De seguir
así me haría la prepa en 4 años y si entendieron el procedimiento me pasaría el
cuarto año solo para pasar una materia.
Obviamente
no le di mucha importancia hasta el último año. El primer año que no pasé los
extras me sentí como la persona más estúpida, salir en 4 años solo por una
materia… Además eso me pasaría por burlarme de alguien que también hizo 4 años
de prepa. Ahora que lo estaba viviendo me sentí aún más idiota.
Recuerdo
que alguien me dijo que no todo estaba perdido, que si pasaba matemáticas de
primer año mediante recursamiento, podía meter el extra de matemáticas dos y
llegar al corriente en el último año pero no lo hice de esa forma. La verdad es
que en segundo año me entró la zona de comodidad: Mi recursamiento consistía en
una hora de matemáticas aunque en el calendario estaban programadas 5. Tampoco
tenía inglés porque la maestra me pasó desde que inició el año y prefería
entrenar judo. Llegaba a la hora que quería, nadie me exigía nada y en general,
me la pasaba bien.
En
el último año y si ya leyeron las otras 4 partes de esta serie, se habrán dado
cuenta que cada personaje y cada anécdota lograron un cambio en mí ¿Quién iba a
decir que me interesarían las actividades académicas? Incluso después de la
saga del cartel de Geografía, entramos a un encuentro para presentar un trabajo
en la preparatoria 8. El azar me puso con la gente correcta para llegar a la
Universidad pero tenía un pequeño problema… Debía una materia y tenía que
acreditarla si quería tener una carrera universitaria.
Con
estos antecedentes, puedo decir que esta historia comienza justamente cuando regresé
de la Olimpiada de judo (http://checoworld.blogspot.mx/2011/07/judo-aventuras-9-parte-1-olimpiada.html)
Lo primero que me preguntó mi madre fue
sobre la materia de matemáticas. Obviamente yo me hacía el tonto y le decía que
la iba a pasar en la primera vuelta de exámenes extraordinarios.
Las
amenazas de mi madre no se hicieron esperar, de hacer cuatro años en la prepa
me quedaría sin judo, sin dinero…. Era tanta mis frustración y desesperación
que ya me imaginaba trabajando en un McDonalds. Cada día perdía la esperanza de
pasar esa materia en extraordinario, especialmente porque todo mundo iba a
cursos excepto yo. Cuando veía los ejercicios, no entendía nada, era evidente
que solo un milagro me haría pasar matemáticas. Literalmente les puedo decir
que con trabajos puedo hacer una ecuación…
Por
otro lado mi prima Magali, que siempre anda al pendiente de mí sin importar
donde se encuentre, me ofrecía contactar a un amigo de ella para ayudarme a
pasar la materia.
Llegó
el día de hacer la primera vuelta de matemáticas. Lo único que estudié era un
tema que podía comprender, era algo así
como series, no recuerdo bien. Obviamente el examen no tendría tantas preguntas
del tema que supuestamente dominaba. Al llegar al salón y recibir el examen
contesté al azar (el examen es de opción múltiple. Contestar al azar y el no
saber nada, hicieron que terminara mi examen en 15 minutos. Lo único que hice
fue disimular que estaba resolviendo ejercicios y esperar a que alguien
terminara su examen para que yo pudiera entregar el mío. Lo único bueno que
hice ese día fue copiar las preguntas del examen y llevármelo en una hoja para
que Fany (la misma Fany que sale en casi todas las historias de mi blog) me
ayudara a resolverlos.
Cuando
ella vio mi examen dijo que estaba muy fácil y de hecho lo contestó muy rápido.
Para no hacer la historia más larga, no pasé la primera vuelta, tuve 7 aciertos
de 20. Supongo que no estuvo mal, en especial porque con 12 aciertos hubiera
pasado.
La
segunda vuelta sería en 2 semanas y tenía poco tiempo para aprender todo lo que
no hice en un año o incluso más, así que en la siguiente entrega veremos cómo
fue ese camino hacia el segundo examen y sabremos si logré salir de la prepa.
Una
última cosa… Hubo otra maestra que también influenció en mí, me refiero a
Elizabeth de literatura. Ella me enseñó a escribir mejor y de cierta manera, me
sentía comprendido en su clase porque creo que le agradaban mis sarcasmos. En
general creo que ella es de las pocas maestras que en verdad hacen que sea un
placer entrar a su clase.
Gracias.
Twitter:
@checo_sputnik
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