martes, 4 de marzo de 2014

"616" Parte 6




Después de 4 años, llega el esperado final de esta serie llamada “616” (en honor al grupo que cursé en ese año). Por alguna razón me ha sido difícil terminar esta historia. Decidí retomarla porque recordé que tenía este blog. Al leer diferentes entradas que he hecho a lo largo de estos años, me percaté las distintas formas en las que he escrito mis historias. La primer entrada esta llena de errores ortográficos y de redacción, así que al hacer esta entrada reflejará un poco de lo que he progresado en estos 5 años.

La última entrada relacionada con esta historia la pueden encontrar aquí: http://checoworld.blogspot.mx/2013/05/616-parte-5.html . Sin más demoras, comencemos…
Tenía 2 semanas para estudiar y pasar mi examen de matemáticas VI, era mi última oportunidad o de lo contrario pasaría otro año en la prepa por una materia nada más. La primer alternativa fue solicitar una revisión a mi primer examen, en donde evidentemente era claro que había reprobado, así que fue una perdida de tiempo.

A mi madre le hablaron de una maestra en matemáticas que es muy buena, así que no dude en poner mi destino en esa señora. El detalle estuvo en que yo pagaría ese curso…

Las clases eran de forma individualizada, así que el primer día llegué con mi cuaderno y mi lápiz para sentarme con la maestra en su escritorio. Hizo algunas preguntas acerca de mi examen y de cómo llegué a esa situación y su diagnóstico fue “no vas a pasar, yo no hago milagros, tienes un atraso impresionante en la materia”. No fue muy alentador escuchar esas palabras pero tampoco impidió que me enseñara algunas cosas.

Fui alrededor de una semana y sinceramente no nos llevamos bien. Ella era una persona muy ordenada, quería que las operaciones las hiciera de manera que ella las pudiera entender para que supiera que llegué correctamente al resultado. Yo siempre he tenido problemas en ser ordenado y por lo mismo las operaciones las tenía regadas en todo el cuaderno. Cuando eran las revisiones ella se molestaba mucho a pesar de que yo le explicaba mi concepto de orden en el cuaderno. 

A la par de este difícil y esperanzador curso, mi madre comenzaba a presionarme y estresarme más, mis preocupaciones sobre pasar otro año de prepa no se hicieron esperar y por lo tanto mi ánimo no era el mejor. Lo único agradable fue saber que una de mis primas, Magali, intentaba ayudarme para no pasar otro año de prepa.

También mi amiga Gabriela, de la que ya he referido en este blog, me apoyó mucho. Después del curso nos ibamos por helado y ella siempre me decía “mira pendejo no eres, hasta puedo decir que eres más listo que yo, solo échale ganas”. Palabras más, palabras menos pero ella decía eso y creía en mí, lo cuál se lo agradezco hasta la fecha. 

Quedaba menos de 1 semana para el examen y en medio de eso, ocurrió la ceremonia del concurso interpreparatoriano del cual obtuve el segundo lugar (http://checoworld.blogspot.mx/2013/03/616-parte-4.html). Por lo mismo vi a mi maestro Ernesto, él también me dijo que no valía la pena quedarse por una materia y me algunos tips para el examen.


Por otra parte, la maestra ya estaba harta de mi y yo de ella. Eso de que fumara no me gustó y la última vez que la vi me regañó por hacer las operaciones en desorden y estas fueron sus palabras “¡Eres muy desordenado, tu mamá tiene razón, eres un necio!”. No se que esperaba ella ante esos comentarios pero yo me reí demasiado.

Mientras tanto, Gabriela buscaba como salir de este problema (si es que así se le puede llamar), y me consiguió una guía demasiado fácil de entender pero difícil de conseguir. Quedaban 2 días y me la pasé estudiando día y noche.

Llegó el día del examen y lo recuerdo mucho porque fue cuando comenzó el mundial en Sudáfrica 2010. Mientras todos veían la inauguración yo estaba en la desesperación del examen. 

Llegué a la prepa, entré al salón y recibí el examen. Mi primera impresión no fue muy agradable, de todo el examen solo podía asegurar 3 preguntas de 20, o al menos que podía resolver por mi cuenta. Otras preguntas eran del examen  que hice en la primera vuelta así que ya sabía las respuestas. Otras las resolví porque el salón era tan pequeño que podía escuchar como los otros se pasaban las respuestas aunque no les hice caso. En realidad lo que hice fue marcar otro inciso diferente al que se pasaban porque según yo ellos estaban mal, ya después me di cuenta que ellos tenían razón.

Durante el examen escuché una voz muy familiar, se trataba de mi maestro de judo. El también se mostraba preocupado y por lo mismo prometió ayudarme en lo que fuera. Por supuesto que los aplicadores le dijeron que no se podía hacer nada. Lo único que me quedaba era resolver y entregar el examen.

Salí muy preocupado, de 20 preguntas aseguré 10, por lo tanto tenía que “atinarle” a dos para salir de la prepa. Estaba angustiado por todo ese año que perdería. No hay mucho que contar de ese día.

Al día siguiente me resigné a aceptar mi futuro sea cual sea. Por la tarde un compañero me dijo que estaba triste porque él no había pasado su examen, es decir, ya estaban los resultados. Entré al sistema y lo primero que veo es que pasé con 6 mi examen. ¡Tenía 11 aciertos de 20! Eso era un milagro, el sistema era raro en ese sentido, no a todos les marcó lo mismo que a mi. Lo primero que hice fue gritar “ ¡A huevo, salí de la prepa, si!”. Nunca había tenido esa reacción de felicidad. Lo primero que hice fue notificar a mi prima Magali, amigos y a Edgar. 

No podía creerlo y ahora que lo escribo de nuevo sigo sin saber cómo ocurrió. Es algo inexplicable pero al menos, después de ese día, no he vuelto a hacer un examen extraordinario. Respecto a la maestra, mi mamá le llamó para decirle que pasé. Me hubiera gustado decírselo en persona para ver su reacción después de todo lo que me dijo.

Lo siguiente fue que entré a la Universidad pero eso ya es parte de otra historia. Con esto concluye mi “primer temporada” por llamarlo de alguna forma en este blog. En estos 5 años me centré en contar mi vida preparatoriana y de judoka, en donde viví cosas muy padres y que sin duda no he vuelto a vivir en  la Universidad. Hay un salto impresionante entre estas dos etapas, aclaro que ninguna es mejor que la otra. Simplemente estoy contento de lo que he hecho.

No se si algún día escriba lo que pasó en estos  años pero por ahora es suficiente.
Muchas gracias y espero sus comentarios.

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