jueves, 31 de marzo de 2011

"616" Parte 2

Esta vez no escribo por flojera, bueno en realidad si tengo pero el motivo por el cual estoy escribiendo es otro. Me llegaron muchos mails y muchas peticiones de los fans para que continuara escribiendo la segunda parte de “616”, hablé con los productores y después de dos horas de discusión me autorizaron el presupuesto para algo que seguramente nadie va a leer.

Antes de comenzar con otra historia sin chiste, quisiera dedicarles unas palabras. Recientemente hubo un incidente con una persona a la que estimo bastante. Son cosas que uno puede evitar si es consciente y responsable. Lamentablemente mi amigo no puede leer esto, muchos saben a quien me refiero. Más que dar un choro quisiera decirles que en verdad debemos ser chavos responsables de nuestros actos y pensar dos veces las cosas antes de hacerlas.

En fin, después de mis anuncios inicaré. En el capítulo anterior de “616” hice una pequeña introducción de mi último año en la prepa. Como todo buen fatalista (pero fue verdad) acabó en un final donde todos mis amigos estábamos mal, cada quien con sus problemas. También conté mi historia con Gaby, una mujer demasiado astuta, enojona y exigente. Prometí narrar la historia completa con ella, así como su desenlace.

Después de otro tercer párrafo de puro cuento mareador ahora si les contaré lo que realmente sucedió con esta mujer, a mi versión. Cuando la vi por primera vez dije “con ella si andaría”. Es raro que yo diga esa clase de cosas, en especial porque no creí que pasaría algo más entre los dos, esa primera visión fue una premonición a lo que iba a pasar. De alguna forma mi mente me dijo que habría algo pero no hice caso. Esa visión del futuro me pasó dos veces, con Gaby fue la primera, la segunda fue más fuerte pero ese no es el tema, ya habrá otra entrada para eso. A los pocos días de verla empezamos a hablar en la clase de un profe muy raro en su forma de hablar. Le pedí su correo para hablar y ella aceptó. El problema fue cuando me dijo sobre su novio. Entonces fue cuando dije “olvídalo”. Hasta ese tiempo no sentía mucho por ella, solo le pedí su correo para hacer la plática y molestarla.

Cuando me di cuenta ya hacía trabajos en equipo con ella, se convirtió una tortura. Como dije antes, es una mujer exigente…. Explotó mi “potencial” o como ahora digo, sacó mi “ki”. Era satisfactorio porque en ese tiempo era una persona muy floja así que si algo me heredó Gaby fue ñoñez.
Luego el asunto fue tomando más fuerza, comíamos juntos, comprábamos su coca (la bebida), me sentaba con ella en las horas libres y en síntesis, todo el día era estar con ella. No me quedaba de otra porque no había muchas opciones en ese salón. Janet nos acompañaba de vez en cuando, rara vez Miguel.
En los tiempos de crisis que narré en la primer parte ella fue parte importante para mi rehabilitación. Recuerdo cuando me enfermé ella fue la primera en mandarme un mensaje en saber si estaba bien. Me sorprendió mucho porque no creí que alguien externo a mi familia pudiera tener tal preocupación. Le conté y me dio ánimos. Al volver a clases (solo falté 3 días) es cuando mi mente toma una imagen muy difícil de olvidar: Ella y yo sentados en las escaleras de la prepa, cada uno contándole sus penas al otro.
Gaby también tuvo serios problemas, para bien o para mal fue el rompimiento con su ex. No sabía cómo tomarlo porque ya había sospechas de que ella quería conmigo. Fue difícil de asimilar porque nunca creí que pasaría. No sé si fue mi mentalidad de conseguirlo o pura suerte.
Trataba de evitar los rumores, las presiones eran cada vez más fuertes. Otro recuerdo que viene a mi cabecita es cuando me preguntó “Qué música te gusta?”. Al responder Sigue Sigue Sputnik tuve que explicarle qué era y todo de eso. De hecho era cuando empezaba mi época Sputnik. Le pasé uno de mis conciertos y se hizo fan, al menos en ese tiempo, ahorita yo creo que no tanto. Era chistoso porque luego nos sentábamos a escuchar mi banda o a Billy Idol. La música fue buena para nuestra primer temporada de exámenes. Gracias a ella logré salir bien en los exámenes, prácticamente todos mis logros ese año tuvieron algo de influencia “Gabyniana”.
Cada día nos hacíamos más unidos, hasta luego la tomaba de la mano, cosa que a la vez fue malo porque ya me relacionaban con ella. Por una parte es divertido fijarse como las personas solo se te acercan para decir “¿Son novios?” y cuando les dices “no” te responden “Ah… es que como siempre están juntos y luego se agarran de la mano pensé eso.”
El momento de decir la verdad se acercaba. Ella me aventaba indirectas por Messenger a las cuales yo muy hábilmente evadía. Una vez me escribió “¿te estás haciendo o si me entiendes?” Me hice el desentendido y fue cuando me soltó la bomba. No sabía qué hacer o decir. Después de eso hubo un gran distanciamiento, a veces ella se enojaba conmigo. Tan grande eran sus enojos que una vez me dijo “No tengo por qué estarte aguantando tus chingaderas.” En ese momento la situación empeoró… Pasó fácil un mes para arreglar las cosas, el hacer como si no hubiera pasado nada y volver a ser amigos. En realidad no recuerdo bien el momento de la reconciliación, tendría que preguntarle a Gaby para saber bien como fue.
Cerraré con la parte qué muchos querrán saber, el por qué no funcionó. En primera instancia ella si me gustaba pero como dijo mi madre una vez “tú necesitas a alguien que te pueda mandar porque con lo cabrón que eres las vas a agarrar de sirvientas.” Mas o menos así iba su frase, el punto aquí es que Gaby era esa mujer mandona que mi madre quería para mi. Tan grande es Gaby que me dio miedo, en realidad sentí que no fuera a funcionar. A veces teníamos pequeñas discusiones pero se volvían muy fuertes. Si así era siendo amigos en una relación hubiéramos acabado muy mal. Segundo, ella recién salía de un noviazgo largo y sinceramente no quería saber si ella me quería para olvidar, aunque no fue así, su relación ya estaba más hundida que el Titanic. Tercer punto, así como vino el encanto se fue… Es la segunda vez que pasa esto, es algo inexplicable. Cuarto punto, fue algo así como autoestima, sentí que la iba a defraudar por todas esas cosas que invaden mi mente. Afortunadamente ahora no es así. Quinto y último… tal vez no era lo que en verdad quería, se parece mucho al tercer punto pero ella sabe de qué hablo. Ahora me doy cuenta de que esta experiencia fue como un ligero antecedente a otra historia verdaderamente intensa y especial. El segundo antecedente no ocurrió en la prepa, en fin, creo que ya me salí del tema pero como mencioné antes, ya habrá tiempo para escribir esa historia tan larga.
He llegado al final de esta segunda parte de “616”, espero no ser tan aburrido como en las publicaciones anteriores. Comenten y voten.
PD: Abajo Gaby pondrá su comentario mujajaja